3/10/08

En construcción

Érase un arquitecto matemático y filósofo que abría puertas inverosímiles a pasillos metafísicos. Érase una voz megafónica en la mente exótica del pitagórico distribuidor de imposibles. Érase la muerte afónica acabando con su incoherente mundo de inasibles.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Me dejaste sin palabras... Narchi, no te sientas conmigo, mi padre ya me regañó por decir lo que pienso en los comentarios del blog; en pocas palabras me censuró... Espero que sepas que de todas formas los quiero mucho a los dos.
Saludos censurados,
Andrea

Yamil dijo...

Ja ja ja ja. ¡Gracias, France! ¡Hola, Andrea! Ya ves, corazón, te quejas de lo que escribo pero te sigo queriendo. Y ya ni decirlo... pensando en esta entrada... prefiero la de Emiliano.

Unknown dijo...

Cabe resaltar que yo nunca me quejé de lo que escribes. Me gusta su proyecto! no lo abandonen, escriban más seguido!