13/3/09

ambigüedades

- ¡Sal! - Gritó, con una voz toda orden y urgencia. Corrí, frenético, tome el salero grande, regresé a dárselo, y entonces comprendí, fatídicamente, que no era eso lo que quería. Estúpido lenguaje, de lo que uno se entera por sus ambiguedades.

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