20/7/09

Borregomancia

El chamán separó uno a uno los órganos del borrego abierto buscando señales que me hablaran de mi futuro. Al abrir el estómago del animal, encontró una pieza de ajedrez que se había tragado. Era el rey. “Fin de la partida, señor” dijo el chamán. “Deberá darse por vencido.” Cuando estiró la mano con el pequeño rey bañado de comida a medio digerir, me ganó el asco y vomité. “Entiendo su postura” comentó el brujo, “pero no tiene que explicarme de bulto.”

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